viernes, 28 de enero de 2011

Interlineado "La invasión" de Ignacio Solares


Este libro, escrito por Ignacio Solares, aparece en 2004 y resulta ser una amena combinación de tres elementos:
el primero, la narración de Abelardo (narrador y personaje principal) que pretende hacer una crónica de sus experiencias vividas que refleja el sentir de toda una nación en una época determinada mientras además, vemos su vida cotidiana cuando habla de sus romances pasados.
El segundo, el reflejo de la vida cotidiana de la sociedad mexicana de finales del siglo XIX y principios y mediados del XX, pues aunado a la vida de Abelardo se unen las vivencias del doctor Urruchúa (segundo narrador de la novela) que pasa por situaciones eternecedoras unas, mientras que desgarradoras otras.
Finalmente, la novela trata esa parte de la historia de México encabezada por Santa Anna hasta el año de 1847. Una particularidad del libro es que, si bien no es un libro de historia, nos retrata fielmente a los personajes protagonistas de aquella época dentro de la historia de nuestro país a través de los ojos de los narradores de la novela.

martes, 18 de enero de 2011

Musas 4


Con la mano izquierda tómó la chaira y, con la derecha, el cuchillo de chef que deslizó suave pero firmemente a través de la carne una vez, dos veces, tres veces. Cada vez más fuerte. Luego, desde la punta, enterró el cuchillo gentilmente en la zona de las cervicales e hizo trazos cortos y rápidos hacia abajo teniendo cuidado de no lastimar la carne y, separando las zonas done la piel estaba pegada con el hueso, llegó hasta la zona de los isquiones donde se topó con la pelvis que no quería dañar. Dejó el cuchillo y tomando con cada mano un lado de la piel abierta, abrió fuertemente hasta dejar expuestas las víceras y la moronga que tenía por sangre. Tomó el cuchillo nuevamente. Abrió los riñones y el hígado que rellenó con una delicioa mezcla de acitrón, carne de cerdo y nuez que tanto gusta para comerse en Navidad.

sábado, 8 de enero de 2011

Uso de la raya (guion largo)

Este es uno de los signos de puntuación que más problemas causan al común de la gente e incluso a algunas personas con estudios superiores, es por eso que aquí les tenemos la manera apropiada para utilizarlos.
Para evitar futuras confusiones, diremos desde el principio que este es un signo que se puede utilizar de manera unitaria (un sólo signo) o bien como signo de entrada y cierre separando algún elemento de la oración. Sus usos son los siguientes:

De manera unitaria

1.-Sirve para aislar óraciones que interrumpen el discurso. Estas pueden ser suplidas por comas o paréntesis dependiendo del grado de interrupción que ocasione la palabra u oración aislada en el discurso. Si el grado de interrupción es poco va entre comas; si es intermedio va entre rayas; si es grande va entre paréntesis. Los elementos aislados son elementos aclaratorios, incidentales o precisiones de algún lugar fecha o dato antes mencionado.Ejemplos:

Siempre quise a Quetzalma -mi antigua esposa- a pesar de nuestras diferencias.
Alexis -el profesor de química orgánica- dejó mucha tarea para el fin de semana.

2.-Para indicar las intervenciones de un diálogo sin mencionar el nombre del personaje que interviene. En este caso, la raya se escribe antes de la primer palabra de la intervención. Ejemplo:

-¿Vienes de ver a Rodrigo?
-No. Fui al supermercado.

De entrada y cierre

1.-Para introducir o encerrar los comentarios del narrador en las intervenciones de los personajes.
1a) Se colocan una raya sin cerrarla cuando las palabras del personaje no continúan inmeditamente después de la intervención del narrados. Ejemplo:

-¿Qué vamos a hacer? -dijo Mark al ver el cuerpo ensangrentado del vecino.

1b)Cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje, se colocan rayas tanto de entrada como de salida. Ejemplo:

-Préstame dinero -rogó Xavier- o de lo contrario nos quitarán la casa.

En cualquier caso, si se requiere de un signo de puntuación después del narrador deberá escribirse después de la raya.Ejemplo:

-Yo opino que confesemos ahora -alegó Pepé-. De otra manera nos irá pero cuando se enteren.
-No -pidió atentamente-, no quiero que te inmiscuyas.