viernes, 9 de julio de 2010

Homo Egus Marca Acme


No estoy muy seguro de que me haya coqueteado, pero hay que reconocerlo: fue gracioso, fue alagador. Es la primera vez que ubico un piropo extranjero a mi persona (claro, en caso de que haya sido piropo, si no, es bueno que el ego no se quede dormido y empiece a creer cosas que no son). Cuando las perssonas que te importan se dedican a derramar piropos en todos menos en tí, no queda otra cosa que buscar el piropo ajeno, o en su defecto, en crear el piropo propio, claro, dándole esa genial vuelta de tuerca donde tu cerebro no sabe si fue real, o en parte lo inventaste tú, pero terminas convenciéndote que, por salud mental, fue por méritos propios.
...Recuerdo que Huárez (con "H" y no con "J")siempre quiso ser escritor de novelas eróticas, pero hubo siempre algo que lo detuvo, el pudor, la sensación de culpa al explayar sentimientos por la "señorita" Amanda pero ¿realmente lo valía?
Yo era muy joven aún para entenderlo, hasta que un día vi a la señora posando, sin ropa, en una posición que más que sugerente, diría yo que iba más allá. Después entendí que no estaba posando y que por mucho parecido que hubiera en el personaje que acompañaba a la señorita con el señor Huárez, eran personas diferentes.
Me impactó haber visto al señor Huárez llorar por su vieja grabadora que la señora Amanda había tirado por el balcón. No sabía quién tenía la razón, pero era un hecho que nadie se merecía un gesto así. Tampoco creí apropiado que el señor Huarez soportara las parlotadas de la señora Amanda y su amiga Gertrudis acerca del nuevo vecino del barrio y su "paquetote".
La palabra "paquetote" me parece algo fea, sin sentido, y en contexto, tan poco sutil y poco consiliadora. Digamos mejor: Sometimiento al miembro viril. Es mejor, cuando las arrastradas lo pronuncian. . . Es mi derecho.