miércoles, 28 de enero de 2009

No, Lucied, esto se acabó


Mi vida te la he entregado, a tí y sólo a tí. Durante años te he servido, pero parece como si nunca hubiera pasado más de uno sólo, tal vez porque nunca ha pasado. Todo este tiempo te acompañe de la mano ¿de la mano recuerdas? ¿Porque le haces esto a quién te defendió, te protegió y te amó? Una vez, recuerdas, una sóla vez indescriptible, eufemística e inefable (llamo inefable porque tú sabes que las palabras no bastaron...para ti, tal vez para ambos, pero por ti)pensaste que te había traicionado, aunque nunca, en ningún momento fué así. Más tarde esa neblina se esfumó de tu lado, y volvimos a ser homogéneos, indisolubles. Ese fue mi error desde el principio, no me di cuenta que todo el tiempo hubo una grieta que se escondía en lo profundo de nuestra homogeneidad, que como supo ver Sabina Berman, sólo se hizo más grande.
Tu naturaleza estuvo todo el tiempo ante mis ojos y nunca lo pude ver. Creí que guiaba a alguien que me guiaba, pero eso fue sólo ficción, la realidad siempre fue que tú ya tenías otros planes, otro destino (no el que me juraste tendrías a mi lado), y yo, cegado por el vino sagrado de los dioses, por la pequeña muerte que causaste en mi afecto, te creí.No me di cuenta que yo sabía también que estaba destinado a otro sino.
Fenrir me quiso seducir todo el tiempo, pero claro, yo estúpido me quise sentir superior a él, y ahora pagaré el precio que Benetosh tuvo que pagar antes de morir, y no físicamente, sino su otra muerte.
Sé que voy a morir, me lo dijo Papillon, el mismo Papillon vino a verme y a desmentirme ¡¿No es lo más cínico e irónico?! Él que me dió su bendición mientras estabas conmigo, y que tú mismo repetiste a manera de juramento. Te di a entender algo y no sé si mentiste o hiciste otra acción similar que yo mismo tomo por dogma pero que aborrezco.
¿En que estaba pensando cuando decidí acompañarte, en que?¡Carajo!, ni siquiera somos de la misma especie, tu eres un lobo de 7 colas y yo tan sólo soy un mortal, que por lo que veo, está a punto de utilizar su obligación con la tierra.
¿Porque no me miraste Jocanan, porqué? Te entregué mi reino por un caballo, el corazón de la Valkiria con los últimos latidos de su sumisión, te entregue a un Rey, no a un príncipe, a un Rey entre Reyes, pero tu amor propio de princesa te cegó, como a mí. Tu no querías volar, querías escuchar de nuevo a Papillon aunque tuvieras que ser llevado por un lazarillo.
Ahora me traes un sacrificio, como siempre lo habías hecho, como lo habíamos acordado, pero esta vez fue es el mío. Querías regresar a tu hogar natal, que aún desconozco, que por lo menos ahora sé que es el Hades o la tierra de Merac, que sólo Hagen pudo ver, que parece maravillosa, pero ahora sé porque nadie la conoce: El que llega a verla se pierde en la confusión y se muere. ¿Fuego y hielo, creíeste de verdad que te iba a creer? Pues si, eres tan deslumbrante que lo creí. ¿Como pudiste llevarme a ver lo que me esperaba en un futuro? Y eso que era yo el de la vanidad. Te odio pero no queda nada por hacer y ahora no hay marcha atrás. Empieza la persecución de los Guardianes hecha por un mortal. Ríete lo que quieras, Lucied, pero ahora sólo estaremos juntos para cumplir nuestros destinos, separados, pero juntos. No claudicaré, será lo mismo de siempre, sólo que afortunada o desafortunadamente, mi destino se cumplirá más rapidamente.
Tu me lo dijiste, el amor requiere de trabajo y el desamor y el pos...aaaah nada más de recordar como me tragué tus promesas me doy asco. Soy un pequeña planta roída y destrozada por mis limitaciones. Supongo que ahora estás feliz. Es curioso que hayas dado a tus antiguos Shamanes premios por ser diferentes y al final era necesario cambiar, estando podridos ya no te servían. Ahora,yo, el único guardián, o mejor dicho, la mitad de la esfera que me corresponde pagará por tu putrefacción, y quien sabe, tal vez deba de regresar a Gaia.
Regresaré con Maduin,o Tritoch, o quizás con el ave de fuego para ver si puede resucitarme, pero no contigo Lucied, NUNCA; NUNCA más contigo. . .

Ambos sabemos que no es cierto, que caeré, y volveré a caer y omitiré, como se hace al estar con un Guardián, la vida de un mortal.
Ahora caigo en cuenta-y créeme no te lo agradezco para nada-. Espero aprenderlo para la próxima. Un mortal nunca será un Guardian y no debe nunca creer que lo será o terminará siendo aplastado por la rueda de la ética y su realidad será arañada
¿ves? ¿ves, lo que me haces decir, Lucied?
Adios para siempre , hijo de la Luna, de esa que tan bien te sienta, adiós para siempre Guardían del deseo.

No hay comentarios: